miércoles, 30 de marzo de 2011

Entre cañones esmeralda veo luces en el fondo.

Quiero ser la bandera de mi propio imperio,
derogar los miedos,
mirarlos fíjamente a la cara y que se estremezcan a mi paso.

Quiero estar en alto y sentir que puedo.

Y lo siento.

Entre cañones esmeralda, quiero ser invierno.
Un invierno cálido, un tiempo despierto.
Una luz intrépida que camufle mis labios.

Entre cañones esmeralda, quién sabe.

Quiero conquistar el mundo con mis manos.

Así, podré mirar al cielo y susurrarle despacio...

:)

sábado, 26 de marzo de 2011

Cuando más falten las fuerzas, que me invadan las sonrisas.

Es común echar en falta los colores
que adornan las sonrisas de cada mañana...

lunes, 21 de marzo de 2011

Destilé mis oídos y escuchaba despacio,
quise caminar sin piernas y me faltaron los labios.
Ya no escribo con alma ni al alma, ahora declaro:
- Me ausento de mis manos, que presionan los folios desgastados,
pienso venir y volver, y no estar en ningún lado,
llegaré a lo más alto, paso a paso, sin prisas,
y la pausa quedará en un vacío impaciente
que rozará mis zapatos (que no están)
y mi corazón (que se llena de espanto) -.

Quiero ser feliz un tiempo,
y si es necesario sonreír entre llantos, pues sonrío.
Y punto.
Digamos que no sé muy bien en qué día vivo,

pero vivo como nunca.

¿Que no hay mañana?.
Pues habrá que ser presente :)

jueves, 17 de marzo de 2011

"Un crep por favor...






... o cinco".

martes, 15 de marzo de 2011



"Sólo mi locura me mantiene cuerdo en el mundo de hoy."
Paulo Coelho.



Es cierto, o eso dicen.

Hay quien vive bien en el caos,
quien vive el caos,

y quien lo disfruta.

A veces me planteo si "vivo" o "lo vivo". Me gustan ambas opciones,
son sanas y limpian el corazón.

A veces vivo, cuento, convivo y tiemblo.
Pero todo el tiempo, sueño,

porque de tanto soñar empiezo a derrocar demonios internos con un ligero soplo de aliento.

Disculpen mi falta de humildad en éste momento,
pero creo que empiezo a gustarme, un poco.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Saqué algunos versos de bolsillo
por los agujeros de mi alma,
y vine a encontrar algo de vida entre los folios rasgados.

Cogí la pluma, medio seca, que guardaba bajo la cama,
ella quiso ser mi confesora de risas y lágrimas
y supo estar a la altura, como siempre.
Empiezo a escribir con garra y holgura,
se distancian las letras y dibujan los latidos,
siguen la canción que canto,
las lágrimas que derramo, y los sueños que conquisto.

Y cada palabra, cada verso
amanece lleno de nueva vida y nuevos saltos,
como cada mañana entre las frías sábanas
abriendo los ojos y susurrando al viento…
“Déjame despertar despacio”.

viernes, 4 de marzo de 2011

Supongo que es el tiempo o son las ganas.

Repetirse, como un loro, todo el tiempo,
"SÉ FELIZ".


Hasta que me lo crea.

Supongo que es el tiempo y seguro que son las ganas.