Primer día,

se huele el café, ruido de tazas.

Primer día, por sexta vez ya.

Pero ojalá este sea el último día

que inaugure mi primer día.

Qué blanco es el cielo allá al fondo, escondido e incierto.
Qué días más largos a la espera que no acontece, al árbol que no crece, a las migas de pan que se evaporan entre los pájaros.

Qué esperas, si no cambias el mundo, qué intentas, qué consigues…

Si no luchas por lo que amas,

no esperes amar ningún día de tu vida.

Después de tanto,

De los trancos y los suburbios,

De caer y no llorar,

                De llorar y no caer.

Después de todo apareces en mi vida,

Inesperado, extraño, como deambulando por mi alma,

Como si ya fueras mi vida antes.

Después de tanto vienes, y no quiero que te marches.

Te dejo un hueco, hay espacio, es un corazón grande.

Puedes usar el sillón que adornaba el amor perdido. Me gusta verte en él. Te hace grande.

Siéntate y descansa, estarás exhausto. Aquí no hay tiempo,

Nada se mide en segundos. Aquí hablamos en latidos.

                                                                                                              Despiertos.

Ahora si estás justo donde quiero que estés. Donde quieres estar.

Después de tanto, de los trancos y los suburbios,

Amaneciste conmigo, disimulando que venías, para quedarte para siempre.

Por ponerle nombre, digamos : Futuro cierto.