- Camina
- Me duelen los pies
- Pues camina
- Me duelen los brazos
- Cállate, y camina...

Hay veces que los pasos se hacen sobre cemento aún fresco, se quedan pegados y tiras, tiras de ellos con todas tus fuerzas. Pero tus pies se quedan quietos, como mudos, atrapados, asustados, nerviosos.

Tira de ellos, y si duele, tira con más ganas. Y si lloras, tiro yo de ellos. Y si quieres, te presto mis ganas.

No es justo. No te mereces esto.

Camina, camina y mira al frente. Quiero verte reír, como siempre. Camina y sal corriendo, que todos estamos aquí para ayudarte.

Hagamos que con los pasos lata el mundo. Que cada pequeño empujón sea un suspiro de aliento. No mires atrás, si no es para sentirte mejor.

Haremos que se disuelva el cemento con las ganas de vivir.

No es justo, claro que no.

Ahora sí que tengo que decirlo:

¿Dónde te has metido? ¿No venías a imponer justicia? ¿No nos hiciste "a tu imagen y semejanza"?. Tú no has pasado por esto.