miércoles, 16 de febrero de 2011

Como en los viejos tiempos te inauguro.
Vengo a darte los buenos días, el “¿cómo te va?”,
ya hace años que no paso por aquí.
Tenía ganas de charlar contigo un rato.
Me fui de corazón y olvidé despedirte,
hoy me siento bien, ¿sabes?,
es como volver a cuando era alguien,
y sentirme.

Sé que he perdido mucho por el camino,
y no hablo de kilos, que también.
He consumido la paciencia de otros latidos
y el abrigo de mis propios sentidos.

Pasé frío y vine a refugiarme en un iceberg,
tenía miedo y llamé al oso para que me acompañara.
Erré mil veces, y mil veces volví a equivocarme.

Pero, por alguna razón, hoy vine a verte
y aquí estabas.
Tal y como te dejé, parece que no han pasado los años,
guardas los mismos poemas en el orden que llegaron.
Tiraré todos los que lleven nombre equivocado. Mi vida vuelve a comenzar en este espacio.

Quiero ser feliz, es una meta, un camino, un paso,
un motivo y mil sueños para lograrlo.
Empeñaré mi alma, como otras veces,
pero sé que esta vez ganaré algo. O todo. Despacio…


Despacio...
Quiero mirar a todos los lados...

No hay comentarios:

Publicar un comentario